5. ¿Y otros temas como el apartado artístico, los escenarios y la
música?
El diseño de los personajes chocó
bastante en su momento, así como la temática de la fantasía medieval.
Recordemos que Final Fantasy VII
tenía un ambiente cyberpunk, mientras que su sucesor, Final Fantasy VIII, era de ambientación futurista, por lo que el hecho
de encontrarnos de nuevo con escenarios medievales pilló desprevenidos a los
jugadores, y eso era lo que quería el propio Sakaguchi, su deseo era volver a
los orígenes de la franquicia, además de pensar que tres títulos seguidos con
recreación futurista podría aburrir o incluso cansar a los fans de la saga.
Este también fue un hecho bastante criticado en su momento, por eso cuando se
anunció Final Fantasy IX también se reveló
Final Fantasy X, dejando claro que en
adelante no abandonarían la temática futurista.
Por otro lado, los personajes se
esperaban más realistas, ya que sus antecesores (Squall y compañía) gozaban de
gran cantidad de polígonos y de un diseño mucho más estilizado que el del grupo
de Cloud en Final Fantasy VII, cuyos
personajes se caracterizaban por ser de estilo SD (Super Deformed, casi cabezones), pero los de Final Fantasy IX se encuentran en medio de ambos extremos, lo cual
ha hecho tachar al título de “infantil”, algo en lo que no estoy nada de acuerdo,
si me permite el lector, pues quien haya jugado a Final Fantasy IX sabrá que no es ni por asomo “un cuento para
niños”, hay mucho más allá. Siguiendo con el tema de los personajes, vemos
también una gran diferencia entre Yitán y sus homólogos anteriores, es decir,
Cloud y Squall, pues estos dos comparten un semblante serio, frío y en
ocasiones pesimista, se muestran distantes con sus compañeros de grupo y apenas
hablan de sí mismos; todo lo contrario ocurre con Yitán, que es jovial, abierto
y optimista, un cambio que para algunos no fue nada acertado, pero que para mí
sí lo fue, pues quizá un tercer héroe de estas características habría aburrido
un poco, y eso mismo fue lo que pensó el propio Sakaguchi.
En cuanto a la música, qué
podemos decir del gran Nobuo Uematsu que no se haya dicho ya. En la banda
sonora encontramos piezas que nos ambientan en esa fantasía medieval, como
ocurre con “Decisive action”, “Tonight”, "Protecting my devotion" o “Freija’s theme”, o directamente nos
sacan de ella, como la de la Aldea de los Magos Negros, más electrónica, como contraste de la
alta tecnología que los originó comparado con la del resto de la población de
Gaia, más medieval; podemos citar algunas piezas musicales que se han quedado
grabadas en nuestros oídos por su belleza musical, tales como “Loss of me /Rose of may”, “You’re not alone” o “A place to call home”. También tenemos
algunas divertidas como “Vamo’ allá flamenco” o “The sneaky frog”. Lo que no
podemos negar es que los temas personalizados para cada uno de los componentes
del grupo de Yitán y Garnet van muy acordes con el personaje en cuestión; el deVivi, por ejemplo, varía mucho con los instrumentos y la percusión, siendo muy
misterioso y timidillo al principio, más decidido y marcial al final, lo cual
concuerda con creces con la personalidad del pequeño mago negro. Lo mismo
ocurre con la música que nos acompaña en distintos escenarios, como la de
Lindblum, el árbol Iifa, Est Gaza o Terra. También debo decir que el tema delas batallas aleatorias es uno de mis favoritos de toda la saga en lo que a
esta temática se refiere, las batallas aleatorias, y siempre que la oigo quien
se me viene a la cabeza es Vivi balanceándose de un lado a otro bastón en mano
presto a ejecutar la acción que yo indique, que siempre suele ser “acumular”
seguido de alguna magia negra en el siguiente turno. Una situación similar la
hallamos con la música que escuchamos cuando nos encontramos en el mapamundi,
una de las más bonitas de toda la franquicia en lo que esta materia se refiere.
Ya hablé en el canal del tema sobre el hogar de Yitán, ya que Uematsu no se
limita a poner música al juego y ya está, sino que también nos está aportando
detalles que no vemos a simple vista, pues basta con aguzar el oído y prestar
atención a las melodías que suenan en cada situación, lo cual hace, una vez
más, que la banda sonora de Final Fantasy
IX sea simplemente brillante.
6. ¿Qué escenas destacarías de Final
Fantasy IX?
Este apartado va más para quienes
se han pasado ya el juego, ya que irremediablemente aquí tendré que hablar de
diversas escenas que desvelan parte de la trama, por lo que contendrá spoilers, de manera que si mi querido
lector aún no ha jugado a Final Fantasy
IX le aconsejaría pasar directamente al siguiente apartado.
Si algo caracteriza a esta novena
entrega es su comicidad, y desde el primer momento encontramos situaciones
divertidas que nos harán esbozar una sonrisa o directamente una carcajada.
Bakú, por ejemplo, es uno de mis personajes preferidos en este sentido, ya que
me ha hecho reír varias veces, como con todos los intentos (o no) de llamar al
profesor Toto por su nombre verdadero, o cuando Yitán logra enredarle en su
discurso previo al secuestro de la princesa y el jefe de los Tántalus acaba
diciendo que a quien deben raptar es a la “vaca gorda y fea, Brahne”. Genial me
pareció la escena de la dichosa carta de amor escrita por Eiko para Yitán
citándole para un encuentro romántico, pero que nunca recibió la epístola, sino
que ésta fue leída por diversos personajes, como Steiner, Beatrix, e incluso
Blank. Esta secuencia sirvió para que Steiner y Beatrix se dieran cuenta de que
estaban hechos el uno para el otro, una escena muy romántica, pero a la vez de
lo más cómica, ya que me desternillé como nunca al ver cuántos se habían
sentido aludidos en dicha citación. Pero si hay un acontecimiento que ha
perdurado a través de los años es la de la boda entre Vivi y Quina, quien dice
sentirse “muy feliz”. No os podéis hacer una idea de lo que me pude reír sólo
con esta escena. Muy grande.
Otras situaciones no son tan
alegres, sino todo lo contrario, pues mi primera lágrima fue derramada por
Blank al ver su sacrificio en el Bosque Maldito. Claro que la primera vez que
lo jugué yo no sabía que era posible rescatarle y sanarle de la petrificación,
creí que era la primera muerte en el juego. Otra escena que me hizo derramar
unas pocas lágrimas fue el ataque del malvado Vals Negro 3 cuando acaba con
todos los Magos Negros que intentaban proteger a Vivi, o cuando éste habla con
sus congéneres en el cementerio de la Aldea de los Magos Negros sobre el
destino que les espera. Mención merece también el momento en que Freija se
encuentra de nuevo frente a frente con su amado y más que buscado Fratley, pero
el guerrero no la recuerda, ni a ella ni nada, ha perdido la memoria, y ver la
desesperación en la que se sume la guerrera dragontina me encogió el corazón.
Pero si hay una escena que me hizo llorar lo que no está escrito ésa fue cuando
Yitán se entera de su verdadero origen y el malvado Garland lo deja casi
indefenso, pero todos los compañeros de nuestro protagonista le ayudan en los
combates que se suceden mientras se escucha de fondo “You’re not alone”, donde
cabría destacar la actitud de Steiner, quien al principio del juego, como
sabéis, le despreciaba, como a todos los miembros de Tántalus, por su condición
de ladrón, pero en esta situación no duda en defender con su espada a su nuevo
protegido, Yitán, así como el carácter que adquiere Daga en esta parte del
juego, pues ha pasado de ser una princesa que duda con cada paso que da, temiendo
si estará haciendo lo correcto o no, y preocupada por si a causa de su fuga
inicial ha envuelto en serios problemas a sus nuevos amigos, a convertirse en
una reina que derrocha seguridad en sí misma y valentía en los momentos clave,
y esta situación en la que nos encontramos con Yitán es donde mejor lo
demuestra, pues sólo hay que ver su entrada en la batalla cuando acude a ayudar
al debilitado Yitán. Ha pasado el tiempo y esa escena me sigue poniendo los
pelos de punta, incluso cuando escucho “You`re not alone”, es la que más me ha
marcado y la considero una de las mejores, pues impacta cómo el personaje más
optimista de los ocho miembros del grupo no es capaz en esta ocasión ni de
animarse a sí mismo, empieza a tambalearse por las dudas que le acaban de
surgir al ser conocedor de su verdadero origen y de la finalidad para la que
fue creado, pero sus amigos no han dudado en ningún momento en lanzarse al
ataque para ayudarle, y no lo hacen porque se lo deban, sino porque él fue
quien les enseñó que “no se necesita una razón para ayudar a alguien”.
Simplemente, encomiable.
Por su parte, también tenemos
algunas escenas bastante épicas, entre las cuales destacaría la de Steiner
junto a Beatrix cuando deben defender Alexandria de la invasión de los nebilinos,
pues Steiner no está muy convencido de que ese no sea su último combate, por lo
que no desea morir sin antes abrir su corazón a su compañera de armas, pero
ésta no se da por vencida e insta a Steiner a guardar sus palabras hasta que
acaben con todos los enemigos, aunque el espadachín siente que no tendrá otra
oportunidad nunca más. Esta escena simplemente me pareció colosal, y la música
que la acompaña acentúa aún más su carácter épico.
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