miércoles, 8 de agosto de 2018

Recuerdos cercanos de... NieR: Automata (1/2)



Cuando leí que el videojuego del que hoy paso a hablar versaba sobre alienígenas y androides descarté inmediatamente siquiera catar el juego, pues es un tema que no suele interesarme lo más mínimo, ni siquiera en mi tierna infancia me conmovieron películas como “E.T. El Extraterrestre” o “Cortocircuito”, de manera que NieR: Automata quedaba fuera de mi lista de deseos para jugar. Pero era innegable que este título estaba dando mucho de qué hablar, no sólo por su creador Yoko Taro, un personaje que no puede pasar desapercibido allá a donde va, aunque sólo sea por portar siempre una máscara que impide conocer su verdadero rostro y por las payasadas que se le suelen ocurrir para hacer reír a su público; el éxito que estaba cosechando este título no sólo venía de la crítica, que, como mi fiel lector sabrá, no me dejo aconsejar por ella, pues últimamente cualquier título es merecedor del Game Award, aunque sea la gran decepción del año, sino que muchos jugadores coincidían en que era éste y no otro el verdadero ganador del título de Mejor Juego del Año 2017, por lo que de nuevo volví mis ojos hacia esos tres androides vestidos de negro que, de repente, me devolvían la mirada y me pedían conocer su historia… Fue entonces cuando a Dai se le ocurrió regalármelo, apostando por él, además de que había gente que me incitaba a jugarlo, sólo oía opiniones positivas, por lo que finalmente lo jugué, lo completé en sus variopintas versiones y ahora es cuando me arrepiento de no haberle dado una oportunidad a esta joya cuando salió a la venta, pues una vez terminado me di cuenta de por qué tanto revuelo con esta maravillosa obra de Platinum Games, y sobre eso pasaré inmediatamente a hablaros. 



1. ¿De qué va NieR: Automata?

Nos encontramos en una época futurista y postapocalíptica, miles de años después del primer NieR: la Tierra ha sido invadida por alienígenas y su ejército de robots, de manera que la humanidad tuvo que huir a la Luna para refugiarse hasta que su propio ejército de androides, YoRHa, sea capaz de limpiar el planeta de esta plaga de máquinas y así poder volver a la Tierra. Empezaremos tomando el papel de 2B, una androide de YoRHa que irá acompañada por 9S, de apariencia más juvenil y amigable que su compañera, más fría y calculadora. Más adelante tomaremos el control de 9S, con quien viviremos experiencias no mostradas con 2B y que darán más de un giro argumental que nos dejará con la boca abierta, puede que hasta con lágrimas en los ojos…


2. ¿Cómo es su sistema de juego?

Dos palabras podrían resumir esta pregunta: complejo y versátil. NieR: Automata es un juego de rol, un J-RPG, de acción y hack and slash, con momentos de shooter, de arcade, de matamarcianos, de plataformas, pasando incluso por un bullet hell, donde nos invadirán a disparos a veces imposibles de esquivar. En este sentido, el título ofrece muchos cambios en el sistema de juego, cuyo eclecticismo lo hace realmente interesante y nada monótono. En NieR: Automata no existe la comodidad, el jugador no se puede relajar desde los primeros minutos de juego, pues lo primero que tenemos es una batalla entre naves voladoras; nosotros pilotamos una de ellas mientras nuestras naves compañeras son arrasadas por el enemigo, pero nosotros debemos disparar hasta aniquilar al adversario, y justo cuando lo hayamos logrado cambiamos drásticamente a un nivel de plataformas a un ritmo vertiginoso y frenético donde deberemos evitar que nuestra nave se choque contra los obstáculos en su recorrido a gran velocidad. Una vez llegados a nuestro destino, controlamos a 2B, y con ella pasamos al hack and slash, con unos movimientos que recuerdan más a un baile elegante que a una pelea esgrimista; es en estos momentos principalmente cuando notamos que estamos manejando a androides y no a humanos. Y no sólo esto, a nuestro lado siempre llevaremos a Pod, un dron con razonamiento propio que nos irá dando datos y aconsejando sobre el siguiente paso a dar, además de ser un compañero más en la lucha pudiendo disparar proyectiles al enemigo (aquí es donde entraría el modo shooter) u otras habilidades que podremos ir otorgándole a lo largo del juego, desde nuevas formas de atacar hasta de radar detector de objetos. Al poco se nos unirá 9S junto a su Pod, pasando a formar parte de la lucha la IA (Inteligencia Artificial). Además, 2B (al igual que más adelante 9S) puede cambiar de arma en cualquier momento y equipar dos a la vez para alternarlas a voluntad, o utilizar igualmente los puños; incluso podemos elegir la opción de que el juego decida por nosotros cuándo cambiar de arma o utilizar un recuperador (un objeto curativo).


Cuando vayamos avanzando no sólo en la historia, sino ya en este inicio del juego, iremos cambiando tanto el sistema de lucha como la perspectiva de la cámara, ya que la podemos tener en modo tercera persona, cenital o incluso adoptando la forma de dos dimensiones, convirtiendo el juego en un scroll lateral. Como decía, en NieR: Automata no hay opción a relajarnos, pues ya sólo la cámara es caprichosa y, aunque en la gran mayoría de las situaciones podemos controlarla a nuestro gusto, cuando dice de cambiar debes ceder a sus antojos y adaptarte a la nueva perspectiva que se te presenta. A veces ni siquiera podemos dar abasto en las batallas, ya que en ocasiones no sólo peleamos, sino que conversamos con nuestro contrincante, y por lo menos a mí se me hacía caótico centrarme en la batalla, usar los recuperadores, apuntar con Pod al enemigo y leer los subtítulos para seguir la historia, todo a la vez. Insisto, no hay lugar a la comodidad en NieR: Automata.


Tras unas cuantas escenas de lucha, persecución y desesperación, nos desperataremos en el búnker, el refugio de YoRHa; ahí los androides reciben instrucciones, se recuperan de sus heridas, adquieren objetos y se desarrolla parte de la trama. Aquí el ambiente es totalmente contrario al que nos habíamos encontrado nada más iniciar el juego: el escenario es monocromático, se respira tranquilidad y podemos tomarnos nuestro tiempo tranquilamente para prepararnos para nuestra próxima e inminente visita a la Tierra y seguir con nuestra misión. Es aquí donde 9S nos preguntará por nuestras preferencias de ajustes de sonido, iluminación, estilo de combate (ofensivo, defensivo, cauteloso… incluso equilibrado), etc. Una vez estemos preparados, continuaremos con el juego, pudiendo volver al búnker a través de una especie de expendedoras que encontraremos en diferentes puntos del mapeado, las cuales, más adelante, nos permitirán desplazarnos a las zonas ya visitadas para ahorrarnos caminatas y enfrentamientos. Otra manera de desplazarnos será a lomos de un animal salvaje, lo cual no evitará las peleas pero sí lograremos atravesar más rápidamente ciertos trayectos, además de lograr un trofeo si recorremos así cinco kilómetros, un trofeo bastante fácil de conseguir, como aquel que el juego nos dará en recompensa por haberle visto diez veces la ropa interior a 2B…


En la Tierra visitaremos un campamento más de una vez. Allí podremos interactuar con los más variopintos NPCs (Non Playable Character, Personajes No Jugables) para acceder a misiones secundarias, conocer más sobre el lore o el trasfondo de la trama y adquirir nuevos objetos o chips; estos últimos son de vital importancia, pues, como androides que somos, debemos equiparnos con estos artilugios para definir nuestra forma de juego. Los chips pueden incrementar parámetros como la fuerza o la velocidad, aumentar nuestra vitalidad, u otorgarnos habilidades como esquivar golpes enemigos automáticamente o aumentar la ratio imantada para recoger los objetos que sueltan los enemigos al ser derrotados.

Cuando pasemos a controlar a 9S el sistema de juego volverá a cambiar, pues ahora tendremos una nueva mecánica: el hackeo. Este gameplay consiste en adentrarnos en el sistema informático de una máquina enemiga y atacarla desde dentro; lo que veremos será una especie de puntero que manejaremos para disparar a formas geométricas que pueden dispararnos o estar refugiadas por unos obstáculos que deberemos derribar para eliminar el núcleo de la máquina y así vencerla. A partir de aquí tenemos dos posibilidades: lo normal es que eliminemos definitivamente al enemigo, o, si se trata de un enemigo poderoso, restarle una gran cantidad de vitalidad. Pero esto no acaba aquí, puesto que si a un enemigo lo pillamos desprevenido y lo hackeamos entonces tendremos que elegir entre tres opciones: eliminarlo para siempre (detonar), hacer que pelee a nuestro lado contra sus iguales mediante IA (subyugar) o convertirnos en él para infiltrarnos y pasar desapercibidos entre los enemigos, ya que de esta manera no nos atacarán (control remoto).


Como podéis ver, no hay lugar para el aburrimiento y la monotonía en NieR: Automata, pero tampoco para la comodidad, ya que unas veces nosotros podemos elegir cómo pelear, mas otras será el propio juego, o la misma historia, quien decida cómo debemos jugar.


3. ¿Qué más nos aporta NieR: Automata?

Lo que hace que NieR: Automata me haya emocionado tanto no ha sido su sistema de juego, sino su historia, sí, aquello que desde un principio hizo que no me interesara lo más mínimo por él. Y no sólo la historia, sino la narrativa, la forma en que está contada, y la manera en la que el sistema del juego forma parte de la trama en sí, todo está enlazado, todo tiene su explicación, todo tiene su porqué.

Cuando jugamos con 2B y llegamos hasta el final del juego tenemos una historia bastante simplona, con varios cabos sueltos, algunas preguntas sin resolver, y un final que podríamos considerar abierto. Sin embargo, tras los créditos, un mensaje de su creador nos invita a rejugar NieR: Automata, y es que, verdaderamente, no estaríamos rejugando el título, sino que estamos viviendo no sólo una historia paralela, desde el punto de vista de 9S, sino que empezamos a conocer ciertos datos que nos pueden dejar atónitos, perplejos, y en nuestra mente circula la frase “¡No puede ser!”. Es entonces cuando la trama se vuelve realmente interesante, es cuando no quieres dejar de jugar, necesitas terminar esta segunda vuelta a NieR: Automata, y cuando lo haces te percatas de que todavía no has llegado al final, hay que dar una nueva vuelta al juego, donde conoces aún más datos, además de manejar a un nuevo androide, A2, quien se presentaba como un enemigo en las dos partidas anteriores, pero hay algo más detrás de esta androide desertora de YoRHa... Pero la historia no acaba aquí, sino que NieR: Automata nos invita a jugar otras dos veces más para llegar hasta el verdadero final, un momento que puede llegar a ser desgarrador o esperanzador, según la opción que elijamos.


Hasta aquí he comentado cinco finales de partida, los cuales han sido denominados como final A, final B, final C, final D y final E; efectivamente, estas denominaciones tienen relación con el alfabeto, y es que en NieR: Automata podemos llegar a conseguir hasta 26 finales distintos, uno por cada letra del alfabeto, pero los verdaderamente importantes para entender la historia y completarla son los cinco primeros; sólo así entenderemos por qué 2B es como es, por qué a 9S le suenan cosas y por qué A2 desertó de YoRHa.

Sin que apenas nos diésemos cuenta, en NieR: Automata se está desarrollando una historia de amor imposible, y este obstáculo es el que hace que 2B se presente como un personaje frío y distante, a los androides no se les permite tener sentimientos, pero, ¿acaso puede un androide tener sentimientos? ¿Pueden los androides enamorarse? Vaya si tienen sentimientos. A lo largo del juego veremos que en ellos afloran la alegría y la tristeza, el amor y el odio, la búsqueda de su verdadero origen, para qué fueron creados realmente, incluso veremos también la pena y la desesperación junto a la locura, la sed de venganza y el miedo a morir y al sufrimiento. No, no son simples androides que cumplen con una misión y ya está, hay mucho más, y el jugador lo irá descubriendo casi a la misma vez que los protagonistas, puede que incluso antes que ellos si está atento a ciertos detalles que, de no tener conocimientos previos sobre la situación, pasarían totalmente inadvertidos, como ese puño que cierra con dureza 2B casi al inicio del juego y la cámara lo enfoca en un primer plano mientras 9S se aleja en un plano más desenfocado, o cuando manejamos a 9S al principio de su partida y dice que esto que estamos viendo le suena haberlo vivido ya… Son esos detalles que le aportan todavía más valor a la historia.


Otro momento que demuestra que está el juego en sí entrelazado con la historia es cuando 2B despierta en el búnker en la segunda partida junto a 9S. La escena es igual a la vivida al principio de la primera partida con 2B, pero igualmente 9S le pregunta a su compañera por los ajustes de sonido e iluminación. Ahí me pregunté: “¿Otra vez tengo que ajustar todo esto?”, y me dispuse a mover el cursor hasta la escala deseada, pero el mando no me obedecía, los cursores se movían solos… Lo que estaba viendo era exactamente lo que hice en mi primera partida, pero ahora lo estaba viendo como 9S. Hay otro momento en que somos afectados por un virus informático, lo cual afecta no sólo al estado físico y al sentido de la vista de nuestro androide, sino también del jugador, pues se ven cortocircuitos y no somos capaces de ver con claridad la partida. Son detallitos que realzan la belleza y la maestría con la que se ha ejecutado NieR: Automata, al menos desde mi punto de vista.


Hay que decir que este juego no cuenta con autoguardado, algo que te recalcarán hasta la saciedad para que no te enfades si te matan y no habías guardado antes de forma manual la partida. Tenemos la opción de retomar el juego y volver al punto donde hemos sido eliminados para recuperar nuestro cadáver, ya que, como androides que somos, se almacenan en el búnker nuestros datos de progreso, y nuestro cuerpo puede ser creado de nuevo (como cuando cambiamos a un móvil nuevo y le insertamos la tarjeta de nuestro antiguo móvil con los datos guardados hasta entonces); una vez localizamos nuestro antiguo cuerpo podemos elegir recuperar los datos o hacer que se convierta en un aliado más en la batalla durante un tiempo limitado.


En cuanto a personajes, los principales son, como ya hemos visto, 2B, un androide femenino con aspecto de Lolita gótica muy hábil en la lucha y que sigue a rajatabla las órdenes encomendadas por la comandante líder de YoRHa; su compañero 9S es todo lo contrario a ella, más diestro en el hackeo que en las peleas con armas, ya que es un escaneador, y en cuanto a personalidad también es diferente a 2B, pues es más jovial, cálido, abierto y espontáneo, y no duda en desobedecer si lo cree necesario, y estas imprudencias serán las responsables de facilitarnos esos datos que harán que nos quedemos prendados de la historia y nos dejen ojipláticos (gracias por ser así, 9S). Por su parte, A2 es más parecida a 2B, diestra en la lucha, fría y solitaria, pero no sólo en esto coincide con 2B, sino que ambas son dueñas de sus propios secretos que el jugador no conocerá hasta casi el verdadero final de la historia. Aparte de los citados, hay más androides, como las gemelas Devola y Popola, las cuales tienen un papel en apariencia irrelevante, pero más adelante podremos ver que esta percepción es totalmente errónea. En el búnker, además de la comandante, están las operadoras, quienes se pondrán en contacto con nosotros de vez en cuando para indicarnos el rumbo a seguir, al igual que los pods, Pod 042 para 2B y Pod 153 para 9S, que serán como la voz de nuestra conciencia con sus “análisis” y “propuestas”. Después tenemos a Pascal, una máquina líder de un pueblo pacifista que no desea pelear, sino la paz entre máquinas y androides; Pascal es tierno, abierto y predispuesto a ayudarnos en cualquier tema que necesitemos; nunca pensé que podría tenerle tanto cariño a una máquina. En cuanto a los enemigos, hablaré de ellos en el aparatado siguiente. Hay otro personaje, Emil, que encontraremos en cierto momento de la historia, tras lo cual merodeará por la Ciudad en Ruinas con su tienda a cuestas para ofrecernos productos interesantes, pero será fácil localizarle, pues lleva una música circense para hacerse notar, da igual que nos encontremos en un momento dramático, Emil llevará la misma música animada en todo momento. Hablando de Emil, si aceptamos una larga misión que nos encomienda nos comentará cosas sobre el NieR anterior. Con todo hay que decir que no es necesario haber jugado a los títulos previos, como ha sido mi caso y la trama se entiende perfectamente, pero se pierden algunos guiños hacia la primera entrega.

Por último, hay que decir que en NieR: Automata, como hemos visto, se trata mucho el tema del existencialismo, no sólo en los androides protagonistas. De hecho, hay una máquina que se hace llamar Jean Paul, un personaje que va de filósofo y por el que suspiran varias máquinas femeninas. Su nombre no es accidental, ya que evidentemente hace referencia al filósofo Jean Paul Sartre, pero como él encontramos otros personajes cuyos nombres coinciden con los de otros famosos filósofos, como el propio Pascal (por Blaise Pascal), Simone de Beauvoir, Karl Marx, Friedrich Engels, etc., incluso en cierto momento de la historia vemos a Pascal leyendo un libro de Friedrich Nietzsche.


4. ¿Qué tal es el villano de NieR: Automata?

En esta ocasión no tenemos uno, sino dos villanos, Adán y Eva, hermanos varones a pesar de uno de ellos llamarse Eva. Cuando conocemos a Adán, éste nace literalmente de un útero artificial creado por numerosas máquinas contra las que, hacía nada, estábamos peleando, pero de repente se unen todas para dar a luz a este enemigo, desprovisto totalmente de indumentaria y con una larga cabellera plateada (me recordó muchísimo a Sephiroth). Nada más “nacer” debemos enfrentarnos a él, quien va subiendo hasta diez niveles en la misma batalla. En el momento en que creemos que ha sido derrotado nace de su “costilla” un nuevo enemigo, Eva, semejante a él, salvo por el pelo, que lo lleva mucho más corto. A lo largo del juego, conforme vayan apareciendo, irán llevando más ropa y contándonos sus verdaderos propósitos.


Al igual que con otras situaciones, necesitamos rejugar NieR: Automata para conocer aún más a estos villanos, aunque he de decir que poco me gusta asignarles este apelativo, pues en este juego ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos; de hecho, hay un momento en uno de los cinco finales en que me conmueven y no voy a negar que derramé una lágrima por ellos. Ojalá pudiera contar por qué, pero no quiero estropear la experiencia de aquel que aún no ha optado por jugar a NieR: Automata. Lo que sí puedo decir es que, principalmente en la segunda partida, veremos algunas escenas aleatorias con Adán y Eva que, sinceramente, me hicieron reír, y hasta me atrevería a decir que son los únicos momentos en los que he reído con este juego, puesto que NieR: Automata no es un título para nada cómico, sino más bien todo lo contrario.


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