Cuando leí
que el videojuego del que hoy paso a hablar versaba sobre alienígenas y androides
descarté inmediatamente siquiera catar el juego, pues es un tema que no suele
interesarme lo más mínimo, ni siquiera en mi tierna infancia me conmovieron
películas como “E.T. El Extraterrestre” o “Cortocircuito”, de manera que NieR: Automata quedaba fuera de mi lista
de deseos para jugar. Pero era innegable que este título estaba dando mucho de
qué hablar, no sólo por su creador Yoko Taro, un personaje que no puede pasar
desapercibido allá a donde va, aunque sólo sea por portar siempre una máscara
que impide conocer su verdadero rostro y por las payasadas que se le suelen
ocurrir para hacer reír a su público; el éxito que estaba cosechando este
título no sólo venía de la crítica, que, como mi fiel lector sabrá, no me dejo
aconsejar por ella, pues últimamente cualquier título es merecedor del Game Award, aunque sea la gran decepción
del año, sino que muchos jugadores coincidían en que era éste y no otro el
verdadero ganador del título de Mejor Juego del Año 2017, por lo que de nuevo
volví mis ojos hacia esos tres androides vestidos de negro que, de repente, me
devolvían la mirada y me pedían conocer su historia… Fue entonces cuando a Dai
se le ocurrió regalármelo, apostando por él, además de que había gente que me
incitaba a jugarlo, sólo oía opiniones positivas, por lo que finalmente lo
jugué, lo completé en sus variopintas versiones y ahora es cuando me arrepiento
de no haberle dado una oportunidad a esta joya cuando salió a la venta, pues
una vez terminado me di cuenta de por qué tanto revuelo con esta maravillosa
obra de Platinum Games, y sobre eso pasaré inmediatamente a hablaros.
1. ¿De qué va NieR: Automata?
Nos
encontramos en una época futurista y postapocalíptica, miles de años después
del primer NieR: la Tierra ha sido
invadida por alienígenas y su ejército de robots, de manera que la humanidad
tuvo que huir a la Luna para refugiarse hasta que su propio ejército de
androides, YoRHa, sea capaz de limpiar el planeta de esta plaga de máquinas y
así poder volver a la Tierra. Empezaremos tomando el papel de 2B, una androide
de YoRHa que irá acompañada por 9S, de apariencia más juvenil y amigable que su
compañera, más fría y calculadora. Más adelante tomaremos el control de 9S, con
quien viviremos experiencias no mostradas con 2B y que darán más de un giro
argumental que nos dejará con la boca abierta, puede que hasta con lágrimas en
los ojos…
2. ¿Cómo es su sistema de juego?
Dos palabras
podrían resumir esta pregunta: complejo y versátil. NieR: Automata es un juego de rol, un J-RPG, de acción y hack and slash, con momentos de shooter, de arcade, de matamarcianos, de
plataformas, pasando incluso por un bullet
hell, donde nos invadirán a disparos a veces imposibles de esquivar. En
este sentido, el título ofrece muchos cambios en el sistema de juego, cuyo
eclecticismo lo hace realmente interesante y nada monótono. En NieR: Automata no existe la comodidad,
el jugador no se puede relajar desde los primeros minutos de juego, pues lo
primero que tenemos es una batalla entre naves voladoras; nosotros pilotamos
una de ellas mientras nuestras naves compañeras son arrasadas por el enemigo,
pero nosotros debemos disparar hasta aniquilar al adversario, y justo cuando lo
hayamos logrado cambiamos drásticamente a un nivel de plataformas a un ritmo
vertiginoso y frenético donde deberemos evitar que nuestra nave se choque
contra los obstáculos en su recorrido a gran velocidad. Una vez llegados a
nuestro destino, controlamos a 2B, y con ella pasamos al hack and slash, con unos movimientos que recuerdan más a un baile
elegante que a una pelea esgrimista; es en estos momentos principalmente cuando
notamos que estamos manejando a androides y no a humanos. Y no sólo esto, a
nuestro lado siempre llevaremos a Pod, un dron con razonamiento propio que nos
irá dando datos y aconsejando sobre el siguiente paso a dar, además de ser un
compañero más en la lucha pudiendo disparar proyectiles al enemigo (aquí es
donde entraría el modo shooter) u
otras habilidades que podremos ir otorgándole a lo largo del juego, desde
nuevas formas de atacar hasta de radar detector de objetos. Al poco se nos
unirá 9S junto a su Pod, pasando a formar parte de la lucha la IA (Inteligencia
Artificial). Además, 2B (al igual que más adelante 9S) puede cambiar de arma en
cualquier momento y equipar dos a la vez para alternarlas a voluntad, o
utilizar igualmente los puños; incluso podemos elegir la opción de que el juego
decida por nosotros cuándo cambiar de arma o utilizar un recuperador (un objeto
curativo).
Cuando
vayamos avanzando no sólo en la historia, sino ya en este inicio del juego,
iremos cambiando tanto el sistema de lucha como la perspectiva de la cámara, ya
que la podemos tener en modo tercera persona, cenital o incluso adoptando la
forma de dos dimensiones, convirtiendo el juego en un scroll lateral. Como
decía, en NieR: Automata no hay
opción a relajarnos, pues ya sólo la cámara es caprichosa y, aunque en la gran
mayoría de las situaciones podemos controlarla a nuestro gusto, cuando dice de
cambiar debes ceder a sus antojos y adaptarte a la nueva perspectiva que se te
presenta. A veces ni siquiera podemos dar abasto en las batallas, ya que en
ocasiones no sólo peleamos, sino que conversamos con nuestro contrincante, y
por lo menos a mí se me hacía caótico centrarme en la batalla, usar los recuperadores,
apuntar con Pod al enemigo y leer los subtítulos para seguir la historia, todo
a la vez. Insisto, no hay lugar a la comodidad en NieR: Automata.
Tras unas
cuantas escenas de lucha, persecución y desesperación, nos desperataremos en el
búnker, el refugio de YoRHa; ahí los androides reciben instrucciones, se
recuperan de sus heridas, adquieren objetos y se desarrolla parte de la trama.
Aquí el ambiente es totalmente contrario al que nos habíamos encontrado nada
más iniciar el juego: el escenario es monocromático, se respira tranquilidad y
podemos tomarnos nuestro tiempo tranquilamente para prepararnos para nuestra
próxima e inminente visita a la Tierra y seguir con nuestra misión. Es aquí
donde 9S nos preguntará por nuestras preferencias de ajustes de sonido,
iluminación, estilo de combate (ofensivo, defensivo, cauteloso… incluso
equilibrado), etc. Una vez estemos preparados, continuaremos con el juego,
pudiendo volver al búnker a través de una especie de expendedoras que
encontraremos en diferentes puntos del mapeado, las cuales, más adelante, nos
permitirán desplazarnos a las zonas ya visitadas para ahorrarnos caminatas y
enfrentamientos. Otra manera de desplazarnos será a lomos de un animal salvaje,
lo cual no evitará las peleas pero sí lograremos atravesar más rápidamente
ciertos trayectos, además de lograr un trofeo si recorremos así cinco
kilómetros, un trofeo bastante fácil de conseguir, como aquel que el juego nos
dará en recompensa por haberle visto diez veces la ropa interior a 2B…
En la Tierra
visitaremos un campamento más de una vez. Allí podremos interactuar con los más
variopintos NPCs (Non Playable Character,
Personajes No Jugables) para acceder a misiones secundarias, conocer más sobre
el lore o el trasfondo de la trama y
adquirir nuevos objetos o chips; estos últimos son de vital importancia, pues,
como androides que somos, debemos equiparnos con estos artilugios para definir
nuestra forma de juego. Los chips pueden incrementar parámetros como la fuerza
o la velocidad, aumentar nuestra vitalidad, u otorgarnos habilidades como
esquivar golpes enemigos automáticamente o aumentar la ratio imantada para
recoger los objetos que sueltan los enemigos al ser derrotados.
Cuando
pasemos a controlar a 9S el sistema de juego volverá a cambiar, pues ahora
tendremos una nueva mecánica: el hackeo. Este gameplay consiste en adentrarnos en el sistema informático de una
máquina enemiga y atacarla desde dentro; lo que veremos será una especie de
puntero que manejaremos para disparar a formas geométricas que pueden
dispararnos o estar refugiadas por unos obstáculos que deberemos derribar para
eliminar el núcleo de la máquina y así vencerla. A partir de aquí tenemos dos
posibilidades: lo normal es que eliminemos definitivamente al enemigo, o, si se
trata de un enemigo poderoso, restarle una gran cantidad de vitalidad. Pero
esto no acaba aquí, puesto que si a un enemigo lo pillamos desprevenido y lo
hackeamos entonces tendremos que elegir entre tres opciones: eliminarlo para
siempre (detonar), hacer que pelee a nuestro lado contra sus iguales mediante IA (subyugar) o
convertirnos en él para infiltrarnos y pasar desapercibidos entre los enemigos,
ya que de esta manera no nos atacarán (control remoto).
Como podéis ver,
no hay lugar para el aburrimiento y la monotonía en NieR: Automata, pero tampoco para la comodidad, ya que unas veces
nosotros podemos elegir cómo pelear, mas otras será el propio juego, o la misma
historia, quien decida cómo debemos jugar.
3. ¿Qué más nos aporta NieR: Automata?
Lo que hace
que NieR: Automata me haya emocionado
tanto no ha sido su sistema de juego, sino su historia, sí, aquello que desde
un principio hizo que no me interesara lo más mínimo por él. Y no sólo la
historia, sino la narrativa, la forma en que está contada, y la manera en la
que el sistema del juego forma parte de la trama en sí, todo está enlazado,
todo tiene su explicación, todo tiene su porqué.
Cuando
jugamos con 2B y llegamos hasta el final del juego tenemos una historia
bastante simplona, con varios cabos sueltos, algunas preguntas sin resolver, y
un final que podríamos considerar abierto. Sin embargo, tras los créditos, un
mensaje de su creador nos invita a rejugar NieR:
Automata, y es que, verdaderamente, no estaríamos rejugando el título, sino
que estamos viviendo no sólo una historia paralela, desde el punto de vista de
9S, sino que empezamos a conocer ciertos datos que nos pueden dejar atónitos,
perplejos, y en nuestra mente circula la frase “¡No puede ser!”. Es entonces
cuando la trama se vuelve realmente interesante, es cuando no quieres dejar de
jugar, necesitas terminar esta segunda vuelta a NieR: Automata, y cuando lo haces te percatas de que todavía no has
llegado al final, hay que dar una nueva vuelta al juego, donde conoces aún más
datos, además de manejar a un nuevo androide, A2, quien se presentaba como un
enemigo en las dos partidas anteriores, pero hay algo más detrás de esta androide
desertora de YoRHa... Pero la historia no acaba aquí, sino que NieR: Automata nos invita a jugar otras
dos veces más para llegar hasta el verdadero final, un momento que puede llegar
a ser desgarrador o esperanzador, según la opción que elijamos.
Hasta aquí
he comentado cinco finales de partida, los cuales han sido denominados como
final A, final B, final C, final D y final E; efectivamente, estas
denominaciones tienen relación con el alfabeto, y es que en NieR: Automata podemos llegar a
conseguir hasta 26 finales distintos, uno por cada letra del alfabeto, pero los
verdaderamente importantes para entender la historia y completarla son los
cinco primeros; sólo así entenderemos por qué 2B es como es, por qué a 9S le
suenan cosas y por qué A2 desertó de YoRHa.
Sin que
apenas nos diésemos cuenta, en NieR:
Automata se está desarrollando una historia de amor imposible, y este
obstáculo es el que hace que 2B se presente como un personaje frío y distante,
a los androides no se les permite tener sentimientos, pero, ¿acaso puede un
androide tener sentimientos? ¿Pueden los androides enamorarse? Vaya si tienen
sentimientos. A lo largo del juego veremos que en ellos afloran la alegría y la
tristeza, el amor y el odio, la búsqueda de su verdadero origen, para qué
fueron creados realmente, incluso veremos también la pena y la desesperación
junto a la locura, la sed de venganza y el miedo a morir y al sufrimiento. No,
no son simples androides que cumplen con una misión y ya está, hay mucho más, y
el jugador lo irá descubriendo casi a la misma vez que los protagonistas, puede
que incluso antes que ellos si está atento a ciertos detalles que, de no tener
conocimientos previos sobre la situación, pasarían totalmente inadvertidos,
como ese puño que cierra con dureza 2B casi al inicio del juego y la cámara lo
enfoca en un primer plano mientras 9S se aleja en un plano más desenfocado, o
cuando manejamos a 9S al principio de su partida y dice que esto que estamos
viendo le suena haberlo vivido ya… Son esos detalles que le aportan todavía más
valor a la historia.
Otro momento
que demuestra que está el juego en sí entrelazado con la historia es cuando 2B
despierta en el búnker en la segunda partida junto a 9S. La escena es igual a
la vivida al principio de la primera partida con 2B, pero igualmente 9S le
pregunta a su compañera por los ajustes de sonido e iluminación. Ahí me
pregunté: “¿Otra vez tengo que ajustar todo esto?”, y me dispuse a mover el
cursor hasta la escala deseada, pero el mando no me obedecía, los cursores se movían
solos… Lo que estaba viendo era exactamente lo que hice en mi primera partida,
pero ahora lo estaba viendo como 9S. Hay otro momento en que somos afectados
por un virus informático, lo cual afecta no sólo al estado físico y al sentido
de la vista de nuestro androide, sino también del jugador, pues se ven
cortocircuitos y no somos capaces de ver con claridad la partida. Son
detallitos que realzan la belleza y la maestría con la que se ha ejecutado NieR: Automata, al menos desde mi punto
de vista.
Hay que
decir que este juego no cuenta con autoguardado, algo que te recalcarán hasta
la saciedad para que no te enfades si te matan y no habías guardado antes de
forma manual la partida. Tenemos la opción de retomar el juego y volver al
punto donde hemos sido eliminados para recuperar nuestro cadáver, ya que, como
androides que somos, se almacenan en el búnker nuestros datos de progreso, y
nuestro cuerpo puede ser creado de nuevo (como cuando cambiamos a un móvil
nuevo y le insertamos la tarjeta de nuestro antiguo móvil con los datos
guardados hasta entonces); una vez localizamos nuestro antiguo cuerpo podemos
elegir recuperar los datos o hacer que se convierta en un aliado más en la
batalla durante un tiempo limitado.
En cuanto a
personajes, los principales son, como ya hemos visto, 2B, un androide femenino
con aspecto de Lolita gótica muy hábil en la lucha y que sigue a rajatabla las
órdenes encomendadas por la comandante líder de YoRHa; su compañero 9S es todo
lo contrario a ella, más diestro en el hackeo que en las peleas con armas, ya
que es un escaneador, y en cuanto a personalidad también es diferente a 2B,
pues es más jovial, cálido, abierto y espontáneo, y no duda en desobedecer si
lo cree necesario, y estas imprudencias serán las responsables de facilitarnos
esos datos que harán que nos quedemos prendados de la historia y nos dejen
ojipláticos (gracias por ser así, 9S). Por su parte, A2 es más parecida a 2B,
diestra en la lucha, fría y solitaria, pero no sólo en esto coincide con 2B,
sino que ambas son dueñas de sus propios secretos que el jugador no conocerá
hasta casi el verdadero final de la historia. Aparte de los citados, hay más
androides, como las gemelas Devola y Popola, las cuales tienen un papel en
apariencia irrelevante, pero más adelante podremos ver que esta percepción es
totalmente errónea. En el búnker, además de la comandante, están las
operadoras, quienes se pondrán en contacto con nosotros de vez en cuando para
indicarnos el rumbo a seguir, al igual que los pods, Pod 042 para 2B y Pod 153
para 9S, que serán como la voz de nuestra conciencia con sus “análisis” y
“propuestas”. Después tenemos a Pascal, una máquina líder de un pueblo
pacifista que no desea pelear, sino la paz entre máquinas y androides; Pascal
es tierno, abierto y predispuesto a ayudarnos en cualquier tema que
necesitemos; nunca pensé que podría tenerle tanto cariño a una máquina. En
cuanto a los enemigos, hablaré de ellos en el aparatado siguiente. Hay otro
personaje, Emil, que encontraremos en cierto momento de la historia, tras lo
cual merodeará por la Ciudad en Ruinas con su tienda a cuestas para ofrecernos
productos interesantes, pero será fácil localizarle, pues lleva una música
circense para hacerse notar, da igual que nos encontremos en un momento
dramático, Emil llevará la misma música animada en todo momento. Hablando de
Emil, si aceptamos una larga misión que nos encomienda nos comentará cosas
sobre el NieR anterior. Con todo hay
que decir que no es necesario haber jugado a los títulos previos, como ha sido
mi caso y la trama se entiende perfectamente, pero se pierden algunos guiños
hacia la primera entrega.
Por último,
hay que decir que en NieR: Automata,
como hemos visto, se trata mucho el tema del existencialismo, no sólo en los
androides protagonistas. De hecho, hay una máquina que se hace llamar Jean
Paul, un personaje que va de filósofo y por el que suspiran varias máquinas
femeninas. Su nombre no es accidental, ya que evidentemente hace referencia al
filósofo Jean Paul Sartre, pero como él encontramos otros personajes cuyos
nombres coinciden con los de otros famosos filósofos, como el propio Pascal
(por Blaise Pascal), Simone de Beauvoir, Karl Marx, Friedrich Engels, etc.,
incluso en cierto momento de la historia vemos a Pascal leyendo un libro de Friedrich
Nietzsche.
4. ¿Qué tal es el villano de NieR: Automata?
En esta
ocasión no tenemos uno, sino dos villanos, Adán y Eva, hermanos varones a pesar
de uno de ellos llamarse Eva. Cuando conocemos a Adán, éste nace literalmente
de un útero artificial creado por numerosas máquinas contra las que, hacía
nada, estábamos peleando, pero de repente se unen todas para dar a luz a este
enemigo, desprovisto totalmente de indumentaria y con una larga cabellera
plateada (me recordó muchísimo a Sephiroth). Nada más “nacer” debemos
enfrentarnos a él, quien va subiendo hasta diez niveles en la misma batalla. En
el momento en que creemos que ha sido derrotado nace de su “costilla” un nuevo
enemigo, Eva, semejante a él, salvo por el pelo, que lo lleva mucho más corto.
A lo largo del juego, conforme vayan apareciendo, irán llevando más ropa y
contándonos sus verdaderos propósitos.
Al igual que
con otras situaciones, necesitamos rejugar NieR:
Automata para conocer aún más a estos villanos, aunque he de decir que poco
me gusta asignarles este apelativo, pues en este juego ni los buenos son tan
buenos, ni los malos son tan malos; de hecho, hay un momento en uno de los
cinco finales en que me conmueven y no voy a negar que derramé una lágrima por
ellos. Ojalá pudiera contar por qué, pero no quiero estropear la experiencia de
aquel que aún no ha optado por jugar a NieR:
Automata. Lo que sí puedo decir es que, principalmente en la segunda
partida, veremos algunas escenas aleatorias con Adán y Eva que, sinceramente,
me hicieron reír, y hasta me atrevería a decir que son los únicos momentos en
los que he reído con este juego, puesto que NieR:
Automata no es un título para nada cómico, sino más bien todo lo contrario.
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