sábado, 10 de marzo de 2018

Recuerdos cercanos de Final Fantasy IX (4/4)



7. ¿Algún aspecto negativo que destacarías de Final Fantasy IX?

Como cualquier otro juego, y a pesar de todo lo dicho anteriormente, Final Fantasy IX también tiene algunos fallos o puntos criticables. El hecho de no poder intercambiar los roles entre los personajes no sería, desde mi humilde opinión, una cuestión reprochable, pero sí el no poder elegir el grupo para las batallas hasta bien entrada la historia; de hecho, hay una parte en la que pasan horas y horas de juego en el que no sabes nada de ciertos personajes, y, de repente, no sólo reaparecen, sino que además debes pelear con ellos en ciertas batallas obligatorias en la historia y apenas te ha dado tiempo de mejorarlos y adaptarlos a los niveles exigidos por los enemigos. Después te das cuenta de que los recién llegados van muy por detrás de los personajes que has ido usando en las últimas horas y necesitas otras tantas para subirlos a un nivel semejante al del grupo actual, algo que puede tornarse algo tedioso.

Otro punto negativo serían algunas misiones secundarias, cuyo desarrollo puede resultar bastante largo y/o plúmbeo. Por ejemplo, a día de hoy no he sido capaz de superar el reto de la comba, me resulta imposible llegar siquiera a los doscientos saltos, por lo que los mil es ya inviable para mí. No sé cuántas veces lo habré intentado, y ya me cansé. La de los moguris casi se hace sola con el desarrollo de la historia, pero también es bastante luenga, pero la de los chocobos sí que es para echarle muchas horas buscando chocografías, aunque con paciencia se hace. En fin, son muchas las misiones secundarias de Final Fantasy IX, pero en su mayoría, muy largas.


Si había algo que me tenía enganchada a Final Fantasy VIII fue el minijuego de las cartas, era un vicio, la música que lo acompañaba lo hacía aún más entretenido, y desde luego conseguí completar toda la colección de cartas. Sin embargo, en Final Fantasy IX no sentí lo mismo; el sistema lo vi algo más complejo, y no me enganchó como lo pudo hacer la anterior entrega, por lo que al final me cansé también de este minijuego y apenas fui prestando atención a las cartas.

Y por último, algo que es lo que más me molestó pero que en alguna que otra ocasión habría preferido que fuera de otra manera es el tema del Trance, ese estado en el que entra el personaje cuando se ha llenado su barra de límite (lo equivalente a Final Fantasy VII), pues el personaje en cuestión adquiere mucho más poder, o tiene doble magia en un solo turno, pero el jugador no puede reservarlo para una batalla importante, ya que se activa automáticamente cuando dicha barra se completa, de manera que muchas veces he visto desperdiciado este poder en una batalla aleatoria, incluso activándose al final de la misma, y la eché en falta en peleas más duras.

A pesar de todo lo dicho, Final Fantasy IX sigue siendo un gran juego que, pese a sus fallos, no ha dejado de encantarme desde el momento en que Yitán enciende la vela para deshacer la oscuridad que se cierne sobre él en la cámara del Prima Vista.


8. ¿Cómo valorarías entonces Final Fantasy IX?

Desde mi punto de vista, Final Fantasy IX me parece un magnífico videojuego, una joya que ha pasado desapercibida para algunos (recordemos que el título se lanzó el mismo año en que Sony ponía a la venta PlayStation 2 y todos los ojos estaban puestos en el nuevo catálogo para esta consola y no en el de su hermana mayor) o infravalorada por otros (“es muy infantil”, “no se pueden intercambiar los roles”, “los personajes son muy cabezones”, etc), pero para mí es un juego del que no me canso, pasan los años y me sigue gustando por todo lo que nos ofrece. Quizá sea por mis gustos personales, pero el apartado artístico, el musical, el guión, el alma de los personajes… quizá sea un compendio de todo esto lo que lo hace único y ocupe un lugar importante tanto en mi estantería de videojuegos como en mi corazón.


Personaje principal que más te ha gustado: Dudo entre Yitán y Vivi.
Personaje secundario que más te ha gustado: Tanto Beatrix como Bakú.
Una escena que te haya marcado: la de Yitán cuando es ayudado por todos sus compañeros en Pandemonium.
Una pieza musical que destacarías: “You’re not alone”.
Una ciudad que destacarías: la Aldea de los Magos Negros.
El minijuego que más te ha gustado: la Gran Cacería.
Jefe más dificultoso: Antoleón, fue el primer y único jefe que me mató.
Tres cosas positivas: el transcurso de la historia, el sistema de desarrollo de los personajes, la banda sonora. 
Tres cosas negativas: el juego de las cartas, la excesiva duración de algunas misiones secundarias, la demora del momento en el que por fin puedes elegir miembros del grupo para las batallas. 
¿Qué te pareció el final?: Épico y precioso a la vez. 
¿Volverías a jugar a Final Fantasy IX?: ¡Por supuesto que sí, trulalá!
 


Nota final: 9/10.

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